miércoles, 7 de abril de 2021

Los estímulos y respuestas, aprendiendo algo más sobre ellos.

 En clase estuvimos trabajando al respecto de este tema, a partir de esto tuvimos que buscar una noticia de hable sobre esto pero con avances en la actualidad. Aquí les dejo la noticia que encontré, va a estar un poco resumida.


La estimulación eléctrica del cerebro mejora el estado de ánimo


Se descubre en EE.UU una nueva región en el cerebro que podría sacar a la gente de la depresión.

Durante muchos años, muchas personas con la enfermedad de Parkinson se han beneficiado de la capacidad de estimular el cerebro con impulsos eléctricos. Muchos médicos han intentado utilizar técnicas similares para cambiar el estado de ánimo de los pacientes con depresión, pero el efecto de las pruebas a gran escala de su eficacia es limitado. De hecho, según Daamian Denys, investigador del Instituto SINC de la Universidad Holandesa de Ámsterdam , el principal problema de este tratamiento puede ser su eficacia. " "Imagina que eres el padre de una familia con esposa e hijos. Interesado, saliste a comprar entradas para toda la familia en París, porque quieres ver el Louvre.

Cree que para la familia, el trabajo y todo el entorno, en otras palabras, este cambio es tan cruel y puede incluso producir una sensación de amenaza, sin embargo, cuando la terapia se prueba en ensayos a gran escala, todavía es difícil probar su eficacia.

Hoy, un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), en EE UU. En un artículo publicado en la revista Current Biology, explicaron cómo estimular la corteza lateral de la órbita, que se encuentra por encima de la cuenca del ojo y está involucrada en el procesamiento de emociones y recompensas. Según los autores, los impulsos eléctricos mejoraron el estado de ánimo de los pacientes y produjeron actividades similares a las de las personas con buen humor.

Con el fin de mejorar el estado de ánimo de los pacientes con depresión, se ha buscado la región más adecuada para cada tipo de paciente. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de California, San Francisco y coautora del estudio, Christine Sellers, "La comprensión de la depresión ni siquiera es lo suficientemente buena. Para lograr este tipo de personalización ”, aunque es prometedor. Actualmente, "hay múltiples objetivos de estimulación que pueden ayudar a aliviar los síntomas". "Es como entrar en una autopista. Explicó que hay varias rampas que pueden llevarlo a donde quiera ir".

Estudiar los efectos de la estimulación eléctrica tiene limitaciones importantes. En el estudio que se publica hoy, para explorar la corteza orbitofrontal como diana para la estimulación eléctrica, los investigadores aprovecharon a un grupo de 25 personas con epilepsia a las que ya se había implantado electrodos para buscar el origen de sus brotes y que, además de esquizofrenia, sufrían depresión. Además, deberán plantear ensayos en los que se siga a los pacientes durante un largo periodo de tiempo y no solo observen el alivio durante una semana o dos, como se hizo con este estudio.

Mientras se comprenden mejor las áreas del cerebro y cuáles son ideales para la estimulación, se están desarrollando dispositivos que permiten aplicarla sin cirugía. Encontrar regiones más accesibles también facilitará la implantación de esta tecnología menos invasiva.

En España, hay pocos centros en los que se practique la cirugía para colocar electrodos y tratar con impulsos eléctricos la depresión. Marta Navas, neurocirujana del Hospital de la Princesa, en Madrid, explica que junto a su compañera Cristina Torres han operado a tres personas. Dos de ellas tuvieron una recuperación sorprende y un tercero ha respondido bien a la cirugía, pero aún está en periodo de seguimiento. "Estos pacientes requieren una vigilancia importante, frecuentemente necesitan ajustes y los cirujanos tenemos que cooperar con los psiquiatras para realizarlos", indica Navas. "Uno de estos pacientes, por ejemplo, se empezó a encontrar mal y era porque se le había acabado la batería del dispositivo", señala. Aunque considera que este tipo de tratamientos son eficaces, Navas señala cierta reticencia por parte de los psiquiatras para dejar a los pacientes en sus manos. "Los pacientes tienen que estar bien seleccionados y deben cumplir unos criterios adecuados, pero la terapia es segura", concluye Navas

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